Tinder y no ha transpirado el menudo de la delicadeza mestiza (2022)

No creo que sume en ninguna cosa ensayar un balance «virtualidad» versus «realidad», aunque si pienso en los usuarios que me gustaron sobre verdad, concluyo en que ninguna sobre ellas me gusto sobre maneras automatica. Yo sabia que nunca podia pretender que un desconocido me generara instantaneamente mariposas en la panza. Y no ha transpirado, no obstante, estaba ahi porque lo pretendia. Semejante oportunidad el balance preciso debe ser «expectativa» versus «realidad». En ocasiones mi amiga Yuli me acusa sobre ser demasiado exigente, y casi invariablemente tiene causa. No obstante yo pregunto ?el hecho de efectuarse llegado hasta alli via app de citas supone, necesariamente, que si la contraparte es tan linda en vivo igual que por foto bastara? ?Habria que contentarse porque el otro es lindo e inteligente, aunque lindo e inteligente aparezcan mas igual que caracteristicas sobre CV que como algo que nos moviliza sobre certeza? ?Esta mal pretender que sea alguna cosa mas que eso lo que haga avanzar un avenencia, por mas casual que ese encuentro vaya an acontecer? Y no ha transpirado pregunto, especialmente, ?por que estaba yo ahi racionalizandolo todo, si se supone que nunca debe tener en el ambiente solamente irracional que el pretension? ?O a eso Asimismo habria que renunciar?

Bueno, no conozco, de paliar un poquito el frio y suavizar las espinas de mi cerebro, me tome tres pintas al hilo —con la panza vacia— desplazandolo hacia el pelo fume igual que un escuerzo. Con el fin de cuando la cita pisaba su final y no ha transpirado el muchacho se acerco a vales de descuento kenyancupid darme un caricia, senti que el patio del bar se habia caido adentro de un secarropas. Le comente que estaba mareada, un poco porque era cierto asi­ como otro escaso igual que maniobra sobre despreocupacion. Cuando volvio an acercarse desplazandolo hacia el pelo tuve que retroceder a cerrar las ojos, le confese —y esta vez entendi que no podia nunca advertirselo— que estaba excesivamente mareada.

—?Queres confesar? —me pregunto.

—Jaja, ?como voy a tratar cantar? —le conteste.

Un minuto y vi­a luego me estaba enjuagando la boca en el banera sobre senoritas desplazandolo hacia el pelo descubriendo, a traves de espejo, que el pibe me vigilaba sonriendo, casi paternalmente, desde la puerta.

Luego de confesar me pasaron 2 cosas la alegria inmensa de rescatar el control sensorial y no ha transpirado la evidencia sobre que, aun no tan mareada, tenia un pedo que no me entraba. Es decir no podia tomar el bondi. Tampoco podia subirme a un taxi y arriesgarme, en ese estado, a viajar sola con un desconocido. Termine optando por lo que comunmente llamamos «el mal menor» invite al pibe an acercarse a mi casa. Seri­a increible como en un segundo podemos echarse por tierra lo que llevo anos asi­ como lagrimas de formacion.

Con Tinder como vector, amaneci en ese estado grisi?ceo que da la resaca sobre cerveza desplazandolo hacia el pelo al flanco de un pibe al que, no obstante no conocia, habia creido mas seguro que viajar con un taxista. La ecuacion parecia acontecer mas vale usuario sobre Tinder en tu cama que tachero en su auto. Que forma mas novedosa de establecer familiaridades, ?no es exacto?

Me asuste de mi misma aquella oportunidad. ?Quien me habia mandado a forzar sobre similar forma un armonia? ?Para quien hacia eso? Y no ha transpirado, especialmente, ?que era lo que estaba buscando? Cerre Tinder jurandome que nunca, pero Jami?s, iba an acudir a el. Aunque lo hice, Naturalmente. Y esta vez si fue la ultima de certeza, porque la app me revelo la peor cosa que queria conocer referente a mi misma me hizo ver que era mas fea de lo que creia. ?Como? Ya van a ver en el inminente (y ultimo) capitulo de esta leyenda.